Christian Manrique: «El taxi está muerto»

Christian Manrique, nuevo post

Si los vehículos sin conductor se implantan en las ciudades, entonces el taxi está muerto. Sólo los Autobots y los Decepticons como los de Transformers podrían liderar una revolución. Christian Manrique reflexiona sobre las nuevas tecnologías aplicadas al sector del taxi. En este sentido, señala que este grupo profesional del transporte urbano e interurbano de pasajeros también fenecerá si no se renueva. Entiende que existe una nueva tendencia más tecnológica y que ofrece un mejor servicio. Unas prestaciones que los usuarios demandan. El nuevo modelo de las tecnológicas está ahí y quien no lo entienda tendrá un problema.

 

En un futuro distópico, las huelgas del taxi serían imposibles, tal y como explica Chrisitan Manrique. Pasarían a ser algo del pasado, básicamente porque los vehículos sin conductor llevarían a los usuarios de un lugar a otro sin tener que aguantar impertinencias, disquisiciones psicológicas, discusiones sin sentido, malos olores o suciedad. Además, todo sería más rápido y más eficaz.

 

De momento, la memoria de un coche sin conductor es capaz de acumular unos 4.000 gigas de datos, aunque es probable que aumente. Eso a cada vehículo le permitiría evitar atascos y llegar a cualquier lugar de forma mucho más rápida. Vamos que sería como viajar en autobot o en decepticon, de Transformers, según el estado de ánimo de cada cliente. Si uno se sintiera más animado y conciliador podría viajar en un autobot. Si por el contrario el cliente tuviera un estado de ánimo más batallador, la opción más clara sería el decepticon. Tal y como sostiene Christian Manrique, incluso las batallas entre autobots y decepticons por mejores carburantes serían imposibles. No colapsarían nunca la Castellana. Al carecer de sentimientos, sólo podrían pensar por si mismos para ejecutar los trayectos.

 

Esta claro que se trata de una propuesta plagada de ironía. Para Christian Manrique, sin embargo, lo que no arranca ninguna sonrisa a los miles de usuarios afectados es la huelga del taxi para reclamar una ley más restrictiva contra los vehículos de transporte de conductor (VTC), principalmente Uber y Cabify. Desde hace seis días los taxistas han colapsado las principales arterias de Madrid y Barcelona. La lucha por la cuota de mercado les ha provocado pérdidas de entre 9 y 10 millones de euros al día, según cálculos de la Asociación Nacional del Taxi (Antaxi).  Eso significa 60 millones acumulados. Lo que supone que de media, cada uno de los 64.961 taxistas españoles, pierde al día 150 euros. Es decir, en estas seis jornadas, teniendo en cuenta que una no se trabaja, han perdido 750 euros.

 

En este país hay casi 9.000 licencias VTC que se reparten entre Madrid y Barcelona. Quizás debería haber más, quizás como sostienen desde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia esos conductores deberían poder trabajar en las mismas condiciones que los taxis tradicionales.

 

Para Chrisitan Manrique, la solución es compleja. Hay un problema, pero el eje de este batalla debería ser, sin duda alguna, el usuario. Los taxistas parecen no entender que se trata de eso. Los clientes decidirán después de esta huelga con quien se quedan. Verán si es mejor contratar un vehículo a través de una aplicación de móvil con un solo click, sin costes adicionales de desplazamiento, con tarifas normales y en algunos casos a mitad de precio de las actuales para llegar a lugares como el Aeropuerto de Barajas, según la promoción.

 

Según Christian Manrique, los usuarios decidirán si se quedan con conductores amables que ofrecen varias rutas alternativas desde el sector privado o con taxistas tradicionales incapaces de innovar, anquilosados en un sector que se ahoga poco a poco. ¿Qué es mejor alguien que ofrece tres rutas alternativas o alguien que no tiene ni idea de la dirección por la que se le pregunta y que se enfada si no se le dice por dónde hay que ir? ¿Servicio privado con vocación de servicio público y a mejor precio y con más tecnología? ¿O preferimos un servicio público de corte marcial?

 

Chrisitan Manrique destaca que la batalla entre autobots y decepticons como en Transformers no se llegará a producir, pero de momento hay una lucha entre la innovación tecnológica y un sector atrapado en el pasado.  C

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