
Christian Manrique, nuevo post
Christian Manrique ofrece en esta entrada una explicación minuciosa y rigurosa de los términos Inteligencia Competitiva y Business Intelligence. Asimismo, explica como la moda se ha impuesto a la precisión, con los consecuentes problemas que esto puede ocasionar al confundir ambos conceptos.
Christian Manrique Valdor subraya que en el ámbito de la inteligencia, poco conocido en el sector público y poco explotado en el sector privado, hay una serie de términos que se suelen confundir. Esto ha provocado que se hayan impuesto más las modas que el rigor técnico.
En este sentido, para Christian Manrique, destacan los conceptos de Inteligencia Competitiva (IC) y Business Intelligence (BI). Y deja muy claro que la Inteligencia Competitiva no es Business Intelligence. IC no es BI. Es cierto que BI, como anglicismo, y especialmente en la inteligencia americana y británica, se considera una traducción equivalente para ambos términos. Pero se trata de conceptos distintos. Los alcances, técnicas y procesos y por tanto resultado, son muy distintos.
Tal y como señala Christian Manrique, de una forma genérica, podemos decir que ambas están diseñadas para la toma de decisiones, y apurando, respondiendo a una o unas preguntas concretas de negocio, más relacionada esta última con la IC que con la BI. Pero hay una diferencia clara: la IC genera inteligencia y la BI genera conocimiento. Este el punto clave. No es lo mismo conocimiento que inteligencia, especialmente de cara a la toma de decisiones respondiendo a preguntas clave de negocio y producir prospectivas.
Orígenes y conceptos
Para Christian Manrique Valdor, Los orígenes de la IC son difíciles de precisar. El historiador Michael Warner lo sitúa en los siglos XVIII y XIX cuando los revolucionarios franceses necesitaban un sistema para explicar la inteligencia a su personal cualificado. Se popularizó en Estados Unidos por Sherman Kent en los años 50, siendo su obra clave para el entrenamiento de los profesionales de inteligencia.
Christian Manrique expone que BI, normalmente a medida, nace en los años 60 a partir de estudios realizados en varias universidades destacando la Carnegie Mellon University. El sentido está basado en la pirámide de conocimiento o informacional que parte del dato (hecho), para transformarlo en información (significado) y este a su vez en conocimiento (comprensión). La IC va más allá, transformando el conocimiento en inteligencia (oportunidad).
Por otro lado, Christian Manrique Valdor añade que las técnicas y mecanismos son distintos. BI es un ecosistema de procesos y tecnologías que permiten extraer, almacenar, ordenar y transformar datos en conocimiento para su análisis con la finalidad de control y seguimiento de objetivos y toma de decisiones. Es el tercer escalón de la pirámide informacional, siendo su aplicación generalista para todo tipo de campos (intervienen las distintas áreas de negocios: ventas, RRHH…) y con soluciones comerciales o de mercado. Los usuarios de los procesos y tecnologías tienen que tener el perfil adecuado para su correcta interpretación y deben de estar coordinados para el producto final obtenido sea viable.
Christian Manrique destaca que IC supone un paso más y, además, diferenciador. Antes se competía en mercados protegidos donde las necesidades eran atendidas por una empresa, pero los mercados locales han muerto y ahora son globales donde la competitividad es brutal. Surge así la Inteligencia Competitiva que ayuda tomar decisiones estratégicas para poder competir en el mundo globalizado. La información en sí ya no supone un valor añadido, sino la generación de conocimiento e inteligencia.
Llegado a este punto, Christian Manrique Valdor señala que IC se define como un proceso dinámico, sistemático y recursivo, fundamentado en técnicas específicas y basado en información y datos relevantes sobre el entorno competitivo (macro y micro), que, alineándose con las necesidades de la empresa, produce previsiones y tendencias para la toma de decisiones en un entorno de menor incertidumbre.
Tal y como indica Christian Manrique, los pasos que configuran la Inteligencia Competitiva son cinco: planificación, recolección, procesamiento, análisis y distribución.
Según Christian Manrique Valdor, tanto en IC como en BI, además de estar sometidos a una buena gobernanza del dato, la calidad del dato y, por tanto, las fuentes, son fundamentales. Muchos (analistas, científicos de datos, operadores, usuarios de cuadros de mando) dirán que el BI hace prospecciones o tendencias. Sin embargo, la realidad es que está basado en algoritmos sobre tendencias pasadas donde no se tienen en cuenta los sesgos cognitivos. Gracias a las técnicas aplicadas en la IC el impacto de los sesgos cognitivos se minimiza obteniendo un producto con mayor fiabilidad.
La tecnología y un nuevo paradigma de convergencia
En este sentido, Christian Manrique deja claro que hoy en día, por el avance imparable de la tecnología, se generan miles y millones de datos que hay que gestionar. Ya no sólo es que se produzcan nuevos modelos o estructuras de BI, basadas en el Cloud, Data Lake o Virtualización, sino que el Big Data, que empezó siendo una parte de éste, puede fagocitar toda la estructura debido a esa necesidad de gestión esa gran cantidad de volumen de datos en tiempo real.
Por ello, Cristian Manrique Valdor sostiene que en un paso por encima del BI en el área tecnológica, se está creando los sistemas de Machine Learning y Deep Learning precisamente para predecir comportamientos, pero que todavía son muy costosos y les falta desarrollo, además de no tener en cuenta los sesgos cognitivos. Y si damos un paso más, hacia un análisis prescriptivo, nos encontramos con el Cognitive Computing. Ahí subyace el nuevo paradigma: será capaz de generar inteligencia para buscar respuestas a qué deberíamos hacer y por qué.