Christian Manrique, del Vertedero a los Ojos

grafeno y Christian Manrique
El grafeno, el material del futuro, por Christian Manrique

Christian Manrique, nuevo post

Christian Manrique en este nuevo post expone algunos de los usos y cualidades del grafeno. En este sentido, existen una noticia buena y otra mala. Sus aplicaciones podrían ser extraordinarias y variadas. Podrá usarse en un futuro para curar la ceguera de 230 millones de personas. Lo más extraordinario es que esa sustancia, compuesta por carbono puro, se puede conseguir del tratamiento de residuos. La mala noticia es que quedan muchos años para que se puedan extraer muestras en cantidades lo suficientemente grandes. Así que, de momento, costará mucho afirmar que del vertedero se puede pasar a los ojos. Sin embargo, en unos años quizás esa tendencia cambie.

Tal y como explica Christian Manrique Valdor, el grafeno es una sustancia muy similar al grafito. Es decir, su composición es carbono puro. Resulta prácticamente transparente a la vista. Otro dato bastante sorprendente es que una capa de un átomo de espesor resulta 200 veces más resistente que el acero. Además, es muy flexible y elástico y tiene una conductividad térmica y eléctrica altas. En el 2010, el Premio Nobel de Física fue a parar a Andréy Gueim y Konstantin Novosiólov por sus descubrimientos sobre este material, aunque este material se conoce desde hace más de medio siglo.

Christian Manrique señala que podría tener aplicaciones en electrónica como componente de circuitos integrados. También se podría usar para la fabricación de cables de fibra óptica, pero con un aumento considerable de su velocidad. Se podrían transmitir datos cientos de veces más rápido. Si hubiera grafeno en cantidades suficientes también serviría para crear baterías eléctricas de alta autonomía, pantallas táctiles flexibles y mejorar los auriculares y los altavoces actuales. Por supuesto, un material como éste mejoraría la sensibilidad de las cámaras fotográficas. Unido a esta posibilidad hay que tener en cuenta una de sus aplicaciones médicas.

En este ámbito, el grafeno cobra especial importancia. Christian Manrique Valdor destaca que, según datos de 2017 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay 253 millones de personas con alguna discapacidad visual. De éstos, 36 son completamente ciegos. La OMS también subraya que el número de personas ciegas podría aumentar hasta los 115 millones en el 2050. Otra muy buena noticia es que existe una línea de investigación para paliar la ceguera desde el Barcelona Institute of Science and Technology (BIST) con el proyecto Theia, que toma su nombre de la diosa de la vista en la mitología griega. Desde el BIST y otros centros se ha desarrollado un revolucionario implante de grafeno para paliar la pérdida de la vista.

Christian Manrique explica que desde el BIST se ha puesto en marcha esta técnica que consiste en poner el implante de grafeno en contacto con la retina para estimular las neuronas gaglionares -aquellas que llevan los impulsos al cerebro- con electrodos. Tal y como se informa desde esa institución los investigadores prueban la prótesis in vitro para asegurar que su funcionamiento sea el correcto. En breve, se hará sobre cerdos enanos. Sin embargo, pasarán más de 15 años hasta que se pueda comercializar.

Christian Manrique Valdor sostiene que si bien faltan décadas para encontrar una fuente de grafeno en cantidades lo suficientemente importantes para desarrollar aplicaciones mejoradas, se ha establecido una senda. Ese camino ya se ha empezado a andar. Cada vez se buscan más soluciones y cada vez están más relacionadas con la economía circular. Los habitantes del planeta tierra parecen haber despertado a una era de responsabilidad. Quizás decisiones como la propuesta del Gobierno de España de vetar las ventas de los coches de gasolina y diésel en el 2040 no sean muy populares. Sin embargo, frenar las emisiones de CO2 es esencial par luchar contra el cambio climático, así como reutilizar los residuos para intentar extraer grafeno. Todo suma, todo suma para salvar este planeta.

 

 

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