El cambio climático por Christian Manrique

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Nuevo post de Christian Manrique

Christian Manrique analiza las principales claves sobre el cambio climático y los compromisos que las potencias han adquirido en relación a este tema. Se trata de las reflexiones recogidas en el artículo Contra el Cambio Climático, publicado a finales de marzo en la revista Telos, de la Fundación Telefónica. El grado de interacción y las decisiones de los países implicados en la decisiva salvaguarda medioambiental han evolucionado.

URBAN PLANNING Y RESILIENCIA por Christian Manrique Valdor

Se estima que en 2050 la población mundial alcanzará los 9,6 billones y que el 66% de ese crecimiento poblacional tendrá lugar en las ciudades del mundo desarrollado, que acogerán a seis mil millones de personas.

La población tendrá que convivir con la evolución de las infraestructuras urbanas y de la tecnología y tanto las ciudades como la población deberán estar preparadas para afrontar riesgos sociales, económicos y medioambientales.

A modo de dato significativo cabe destacar que, según señalan fuentes del EM-DAT, los fenómenos adversos producidos entre el año 2000 y el 2014 han causado daños por valor de 1,88 trillones de dólares.

En este contexto, las medidas para reducir riesgos, predecibles y específicos, juegan un papel de gran relevancia en la planificación urbana.

DAÑOS ECONÓMICOS TOTALES POR FENÓMENOS ADVERSOS

El camino de la resiliencia

SOSTENIBILIDAD+RESILIENCIA=NUEVA PLANIFICACION URBANA

RESILIENCIA= RENTABILIDAD, EFICIENCIA Y CONFIABILIDAD

Resiliencia es un término que nace en la década de los 70 en el ámbito de la ecología. Traducido a nuestro caso, resiliencia es la capacidad de las ciudades para responder, para resistir, para seguir funcionando y para recuperarse ante circunstancias de stress y colapso.

El objetivo de una planificación basada en la resiliencia es que las ciudades salgan fortalecidas de las alteraciones derivadas del cambio climático y de otras amenazas de carácter global.

Una estrategia de planeación y resiliencia incluye nuevas iniciativas orientadas a la mejora de los edificios públicos y privados para que sean más eficientes energéticamente y más resistentes al cambio climático, la adaptación de las infraestructuras de transporte, de telecomunicaciones, de agua y de energía para que soporten sacudidas severas y asume también el fortalecimiento de las defensas costeras contra las inundaciones y la subida del nivel del mar.

Nuevos desafíos

Hoy más que nunca, las administraciones públicas deben invertir de manera eficiente en infraestructuras sostenibles y resilientes.

Las ciudades son sistemas complejos que están constantemente adaptándose a circunstancias cambiantes.

Ya no es suficiente con contemplar las dimensiones de la excelencia sostenible (económica, social, medioambiental además de la técnica). Los nuevos desarrollos urbanos deben contemplar la adaptación a los cambios climáticos y a la reducción de los desastres naturales, siempre con el objetivo enfocado a prevenir o mitigar la pérdida de activos por determinados acontecimientos.

Por lo tanto, no se trata sólo de hacer infraestructuras más sostenibles o más sólidas. La clave reside en cómo se gestiona la interacción de esos sistemas de infraestructuras con el resto de la ciudad y con sus habitantes para hacerla más resiliente.

Se trata, en definitiva, de un cambio de mentalidad. Por ello estamos hablando de considerar la planificación urbana en varias dimensiones: económica (considerando los altos costes por no tener infraestructuras resilientes), social (salud, bienestar, cultura, ocio), de infraestructuras y medioambiental (energía, agua y comunicaciones).

Fomentar la resiliencia en esas dimensiones minimiza riesgos y reduce los costes a largo plazo porque es menos costoso construir estructuras resilientes y más rentables, eficientes y confiables que adaptar la existentes.

New York: Una iniciativa ejemplar para construir una ciudad resiliente.

NUEVA YORK NEW YORK, EJEMPLO DE CIUDAD RESILIENTE

En octubre de 2012, el huracán Sandy azotó el Caribe y la Costa Este de Estados Unidos, ensañándose con virulencia con el Lower Manhattan y dejando en la zona entre el Río Hudson y el East River medio centenar de muertos, 300.000 viviendas dañadas y sin servicios durante varios días y unas pérdidas valoradas en 19 billones de dólares. Los hospitales afectados tuvieron que evacuar a sus pacientes y la bolsa de New York  cerró durante dos días, causando un shock financiero mundial.

A raíz de estos acontecimientos, la ciudad de Nueva York puso en marcha una serie de iniciativas para mejorar la resiliencia de la ciudad.  Una de ellas, conocida como el Big U , tuvo como objetivo implementar un plan conceptual para desarrollar 16 kilómetros de un cinturón verde con espacios públicos, ciclovías y centros culturales como barrera ante inundaciones y huracanes.

La iniciativa no se queda ahí y en la actualidad el proceso continúa para establecer proyectos concretos en la zona afectada con el objetivo de fortalecer las protecciones costeras, los edificios públicos y  las viviendas.

Recientemente la ciudad a dado un paso más allá en su visión de futuro cuando el actual alcalde, Bill de Blasio, basado en estos planes actuales y con la idea de desarrollarlos y fortalecerlos, anunció un plan integral de sostenibilidad  y resiliencia denominado OneNewYorkacorde con la fórmula que hemos visto anteriormente y ampliando su estrategia planificadora a la participación ciudadana, buscando la ciudad más sostenible, resiliente, ecuánime y que tienda a la eliminación de los vertederos.

DESARROLLO GLOBAL E INFRAESTRUCTURAS PARA UN MUNDO EN TRANSICIÓN

Nos encontramos inmersos en un mundo en transición en el que las transformaciones que se están operando son radicales.  Ante un escenario de cambios profundos y ritmos muy rápidos y sabiendo que las personas son el activo más importante para el desarrollo global, es fundamental que entendamos la importancia de estar preparados para evolucionar al ritmo de los acontecimientos. Nuestra capacidad para reinventarnos nos dará la medida sobre la que hacer frente a esos cambios con garantía.

Pero, por otra parte, no sólo es la gente la que tiene que reinventarse. Las infraestructuras, como mecanismo que contribuye a dar respuesta a las nuevas necesidades sociales, económicas y ambientales que se están produciendo, han de iniciar también un camino de reinvención desde el mismo momento de su estudio y planificación. Es esencial que reforcemos el componente estratégico a la hora de definir nuestros modelos urbanos, partiendo de un análisis integral y dotando a los planes de visión a largo plazo.

Megatendencias

A corto y medio plazo vamos a tener que enfrentar una serie de factores entre los que podemos destacar los siguientes:

  1. En el año 2050 la población mundial alcanzará los 9,6 billones.
  2. El 66% de ese crecimiento poblacional tendrá lugar en la ciudades del mundo desarrollado, que aglutinará una población de 6 billones.
  3. La India reemplazará a China como el país más poblado.
  4. Más del 30% de la población mundial en las zonas desarrolladas tendrá 60 años o más.
  5. En el año 2050 el 50% de la población mundial pertenecerá a la clase media y actuarán en un contexto más cercano a la economía colaborativa que a la competitiva, que deberá enfrentar a los efectos económicos, sociales y medioambientales del cambio climático.
  6. El parque automovilístico crecerá a un ritmo de un 3% anual hasta 2030.
  7. En 2050 el volumen de recursos consumidos alcanzará los 140 billones de toneladas, el triple que en la actualidad.
  8. La nueva revolución industrial que ha traído el Internet, el Internet de las Cosas (IoT) y las Redes Sociales, junto con los últimos avances en la robótica, los drones, los coches sin conductor, la nanotecnología, las ICT, las impresoras 3D y el M2M (machine to machine), van hacer que se produzca un reequilibrio de gran profundidad, determinando un nuevo orden global.
  9. En 2020 habrá 30.000 millones de dispositivos conectados, en un entorno digital en el que los objetos inteligentes aumentarán exponencialmente su capacidad de interacción con el ser humano.

Re-imaginando el mundo

“Si no te gusta el cambio te va a gustar menos aún la irrelevancia” (Tom Peters)

Reinventarse ha dejado de ser una opción. La necesidad de formarnos continuamente para ser competitivos ha de dejar de ser un mero discurso de buenas intenciones.

Debemos tener algo claro: las profesiones y los oficios de las futuras generaciones aún no tienen nombre. Aún no existen. Y la clave reside en que, como sociedad, mantengamos la capacidad de adaptarnos, de aprender y desaprender con gran celeridad.

Es preciso crear un nuevo modelo capaz de absorber los cambios, que establezca las bases sobre las que se elevarán los pilares del futuro, que facilite y potencie la capacidad de adquirir nuevos conocimientos y herramientas para la toma de decisiones y que tienda a estimular la búsqueda de la eficiencia y el objetivo de la excelencia.

Se trata de evolucionar hacia un modelo integrador que, basado en una visión holística donde se establezca un ecosistema interactivo entre la población, las infraestructuras y las nuevas tecnologías, responda a las nuevas necesidades sociales, económicas y medioambientales.

Este modelo debe integrar en su ADN el concepto de sostenibilidad integral de modo que impacte en el campo educativo (formación, educación), energético (nuevas tecnologías: waste), tecnológico (big data, IoT), económico, medioambiental, de infraestructuras y de desarrollo urbano.